Imagine que usted es el jefede una familia pequeña, que cuenta con reducidos ingresos.
foto de niños pobres.
Fuente:(http://membres.lycos.fr/asocamerlat/politika_2004.htm)
Imagine que enterrado en el jardín de la casa usted descubrió quehabía oro, pero como no tiene dinero, le encargó a una empresacon maquinarias, crédito y otras ventajas que lo haga. Pero ella leha dicho que si usted le pide participación en las ganancias, se irádonde otro vecino que tiene el mismo producto, pero no cobra. Yque lo que puede ofrecer es darle trabajo a sus hijos para quehagan el hueco. Eso sí, que tampoco pidan mucho salario porquelos hijos del vecino trabajan casi por nada.Así que con oro y todo usted sigue con bajos ingresos paraatender a los suyos. Imagine además que la familia tiene algunosanimales y una chacrita, donde producen algunos alimentos parasu consumo y una pequeña parte para la venta Si usted tuvieramás dinero, sus animales estarían más gordos y su tierraproduciría más. Por ahí también hay una empresa que ofreceexplotarle su chacra, bajo las mismas condiciones que la del oro.Imagine, otra vez, que se compró, con todos sus ahorros y los desu familia, una máquina de tejer con la que está haciendochompas y como obviamente no se puede producir industrialmentepara la casa usted sale a vender a la calle su producto, queseguramente le dejaría más ingresos si usted pudiera invertir enuna mejor tecnología, comprar cantidades de insumo y si tuvieraun camioncito para la distribución.Ahora, una pregunta, si usted ha alucinado ser el personaje deesta historia díganos aquí: ¿para qué firmaría un Tratado de LibreComercio? Aclaramos la pregunta: si quiere vender sus chompas,¿lo hará acaso a través de un pacto del que no pueda retractarsecon alguien que también produce el mismo producto, pero conmuy superior tecnología, por lo que lo ofrece más barato? ¿leparecería bien si su familia termina usando las chompas del otro yusted tiene que apagar su máquina porque no es competitiva?,¿pero además aceptaría que en el trato diga que la inversión de laempresa de oro quedará protegida para que nunca puedareclamarle para que aporte más a su casa, no le deje sin agua, leinfecte el ambiente o permita reclamos salariales de sus hijos?,¿pensaría que está bien que el trato incluya que se acepte laoferta para vender o alquilar sus animales y tierras, y que ademásusted acepte comprar los sobrantes de alimentos que tiene susocio y que no sabe donde ponerlos?, ¿qué opinaría además deaquel que hace esta negociación escondiendo lo que estápactando al resto de su familia?Claro, ahí usted me va a decir, para, que esto es una tontería, elEstado no es nuestro padre, ni se preocupa de los que comen yno comen, o de los que se visten y los que no lo hacen. Tampocola economía de la familia se parece a la de la sociedad, porque laprimera se rige por las necesidades y la segunda por las empresasque buscan hacer ganancias. Finalmente que la economíainternacional es aún más compleja. Ahí entran diversas barreraspara equilibrar las diferencias de desarrollo, cuidar las empresasnacionales y los puestos de trabajo. Los acuerdos de comercioson precisamente un sistema para ir reduciendo estas barrerasentre dos países, a cambio de un conjunto de ventajas deintervención en sus respectivos mercados que uno le ofrece al otro.O sea que de vender nomás, no se trata. Si fuera porque nuestroproducto es original, bueno, barato y llega a tiempo al mercado,deberíamos poder venderlo, sin necesidad de ningún tratado. Siese principio no existiera, la economía de mercado sería un cuentode espiritistas. Los TLC, no corresponden a la “economía natural”de la que hablan los liberales, sino a las “ayudas” de accesoespecial, que no se brindan jamás sin algo a cambio.El problema viene cuando uno cree que firmar con EEUU esinevitable y se imagina que es el pobrecito que va a ganar de todosmodos por su sociedad con el grandote, como si este además nofuera lo que es, de puro angurriento que siempre ha sido.No me culpen por usar ejemplos idiotas para explicar cosasserias. Escuchen en la radio la publicidad ordenada por elMinisterio de Comercio Exterior MINCETUR, para que comprendana lo que me estoy refiriendo. Ahí está la historia del padre que salea vender porque los hijos no son suficiente mercado (¡), y de lospaíses que son como las familias. Si ustedes quieren, mi aporteha sido ponerle un poco más de realismo a la historia. Porque loque quiero decir es que no es verdad que el Perú sea simplementeuna economía productiva con escaso mercado y poder adquisitivoque está esperando que el gobierno le consiga un ticket paracomercializar en los EEUU, para que tengamos empleo, mejorenlos salarios y todos seamos felices.El Perú es, en las vísperas del año 2005, una economía queexplota intensivamente sus recursos naturales, sin beneficios parael resto de la sociedad y sin ingresos para que el Estado hagaobra pública; que mantiene una agricultura descapitalizada yempobrecida, en la que no se invierte, con serios riesgos dequiebra en los productos más extendidos debido a la competenciade alimentos importados con subsidios; con un mercado deprimidopor efecto del proceso de desindustrialización y caída sistemáticadel salario promedio nacional; con centenas de miles depequeñas, micro y mini negocios, de baja productividad y mínimarenta, nacidos de la crisis y de la falta de oportunidades deempleo.El TLC equivale a acordar que esta situación se consolide yprofundice en sus rasgos más negativos. Pero a más de ello, quecanjeemos algunos productos que pueden ser exitosos en elmercado gringo por muchos otros que sufrirán la pegada en elmercado interno. ¿Y cree usted que los padres empresarios queganarán en este intercambio repartirán su ganancia entre todos losperuanos que según el ministerio de comercio venimos a ser sushijos?, ¿o nos están tomando el pelo?
FUENTE:(Raúl Wiener ALAI-AMLATINA 23/02/2005,Lima)
Fuente:(http://membres.lycos.fr/asocamerlat/politika_2004.htm)
Imagine que enterrado en el jardín de la casa usted descubrió quehabía oro, pero como no tiene dinero, le encargó a una empresacon maquinarias, crédito y otras ventajas que lo haga. Pero ella leha dicho que si usted le pide participación en las ganancias, se irádonde otro vecino que tiene el mismo producto, pero no cobra. Yque lo que puede ofrecer es darle trabajo a sus hijos para quehagan el hueco. Eso sí, que tampoco pidan mucho salario porquelos hijos del vecino trabajan casi por nada.Así que con oro y todo usted sigue con bajos ingresos paraatender a los suyos. Imagine además que la familia tiene algunosanimales y una chacrita, donde producen algunos alimentos parasu consumo y una pequeña parte para la venta Si usted tuvieramás dinero, sus animales estarían más gordos y su tierraproduciría más. Por ahí también hay una empresa que ofreceexplotarle su chacra, bajo las mismas condiciones que la del oro.Imagine, otra vez, que se compró, con todos sus ahorros y los desu familia, una máquina de tejer con la que está haciendochompas y como obviamente no se puede producir industrialmentepara la casa usted sale a vender a la calle su producto, queseguramente le dejaría más ingresos si usted pudiera invertir enuna mejor tecnología, comprar cantidades de insumo y si tuvieraun camioncito para la distribución.Ahora, una pregunta, si usted ha alucinado ser el personaje deesta historia díganos aquí: ¿para qué firmaría un Tratado de LibreComercio? Aclaramos la pregunta: si quiere vender sus chompas,¿lo hará acaso a través de un pacto del que no pueda retractarsecon alguien que también produce el mismo producto, pero conmuy superior tecnología, por lo que lo ofrece más barato? ¿leparecería bien si su familia termina usando las chompas del otro yusted tiene que apagar su máquina porque no es competitiva?,¿pero además aceptaría que en el trato diga que la inversión de laempresa de oro quedará protegida para que nunca puedareclamarle para que aporte más a su casa, no le deje sin agua, leinfecte el ambiente o permita reclamos salariales de sus hijos?,¿pensaría que está bien que el trato incluya que se acepte laoferta para vender o alquilar sus animales y tierras, y que ademásusted acepte comprar los sobrantes de alimentos que tiene susocio y que no sabe donde ponerlos?, ¿qué opinaría además deaquel que hace esta negociación escondiendo lo que estápactando al resto de su familia?Claro, ahí usted me va a decir, para, que esto es una tontería, elEstado no es nuestro padre, ni se preocupa de los que comen yno comen, o de los que se visten y los que no lo hacen. Tampocola economía de la familia se parece a la de la sociedad, porque laprimera se rige por las necesidades y la segunda por las empresasque buscan hacer ganancias. Finalmente que la economíainternacional es aún más compleja. Ahí entran diversas barreraspara equilibrar las diferencias de desarrollo, cuidar las empresasnacionales y los puestos de trabajo. Los acuerdos de comercioson precisamente un sistema para ir reduciendo estas barrerasentre dos países, a cambio de un conjunto de ventajas deintervención en sus respectivos mercados que uno le ofrece al otro.O sea que de vender nomás, no se trata. Si fuera porque nuestroproducto es original, bueno, barato y llega a tiempo al mercado,deberíamos poder venderlo, sin necesidad de ningún tratado. Siese principio no existiera, la economía de mercado sería un cuentode espiritistas. Los TLC, no corresponden a la “economía natural”de la que hablan los liberales, sino a las “ayudas” de accesoespecial, que no se brindan jamás sin algo a cambio.El problema viene cuando uno cree que firmar con EEUU esinevitable y se imagina que es el pobrecito que va a ganar de todosmodos por su sociedad con el grandote, como si este además nofuera lo que es, de puro angurriento que siempre ha sido.No me culpen por usar ejemplos idiotas para explicar cosasserias. Escuchen en la radio la publicidad ordenada por elMinisterio de Comercio Exterior MINCETUR, para que comprendana lo que me estoy refiriendo. Ahí está la historia del padre que salea vender porque los hijos no son suficiente mercado (¡), y de lospaíses que son como las familias. Si ustedes quieren, mi aporteha sido ponerle un poco más de realismo a la historia. Porque loque quiero decir es que no es verdad que el Perú sea simplementeuna economía productiva con escaso mercado y poder adquisitivoque está esperando que el gobierno le consiga un ticket paracomercializar en los EEUU, para que tengamos empleo, mejorenlos salarios y todos seamos felices.El Perú es, en las vísperas del año 2005, una economía queexplota intensivamente sus recursos naturales, sin beneficios parael resto de la sociedad y sin ingresos para que el Estado hagaobra pública; que mantiene una agricultura descapitalizada yempobrecida, en la que no se invierte, con serios riesgos dequiebra en los productos más extendidos debido a la competenciade alimentos importados con subsidios; con un mercado deprimidopor efecto del proceso de desindustrialización y caída sistemáticadel salario promedio nacional; con centenas de miles depequeñas, micro y mini negocios, de baja productividad y mínimarenta, nacidos de la crisis y de la falta de oportunidades deempleo.El TLC equivale a acordar que esta situación se consolide yprofundice en sus rasgos más negativos. Pero a más de ello, quecanjeemos algunos productos que pueden ser exitosos en elmercado gringo por muchos otros que sufrirán la pegada en elmercado interno. ¿Y cree usted que los padres empresarios queganarán en este intercambio repartirán su ganancia entre todos losperuanos que según el ministerio de comercio venimos a ser sushijos?, ¿o nos están tomando el pelo?
FUENTE:(Raúl Wiener ALAI-AMLATINA 23/02/2005,Lima)