
©UNICEF/HQ97-0326/ Noorani
Escuela de enseñanza básica que cuenta con el
apoyo del Comité de para el
Avance Rural en Bangladesh (BRAC),
Bangladesh.
La pobreza de las familias es también una barrera a la educación.
Enviar a los niños a la escuela puede significar una pérdida de ingresos o de ayuda en el hogar. El coste de la matrícula escolar o del uniforme que exige la escuela puede estar fuera del alcance de muchas familias. Y, a menudo, cuando se ha de elegir entre enviar a la escuela a la niña o al niño, la familia dedica sus escasos recursos a la educación del muchacho, en la esperanza de que sea una inversión más ventajosa a largo plazo.
El marco jurídico de la educación puede ser deficiente y poner en desventaja a las niñas
- A veces no hay legislación relativa a la educación obligatoria o "gratuita", o si la hay no se aplica.
- El matrimonio y la maternidad precoces son frecuentes en muchos países; sin embargo, muchos de ellos tienen leyes y políticas que impiden a las muchachas embarazadas asistir a la escuela o volver a ésta tras el nacimiento de su hijo.
- En todo el mundo, se estima que 50 millones de niños no son empadronados al nacer, y de ellos la mayoría son niñas.
En muchos países la falta de certificación de nacimiento puede impedirle que se escolarice o que pase exámenes de grado.
La desigualdad por razones de género es patente desde el comienzo.
La desigualdad por razones de género es patente desde el comienzo.
El aprendizaje no comienza el primer día que el niño asiste a la escuela. Los primeros años de la vida de un niño son fundamentales para su desarrollo. Sin embargo, la discriminación hacia las niñas puede comenzar incluso antes de su nacimiento: es más frecuente que se provoque el aborto de un feto femenino que el de uno que se piense que corresponde a un varón. En los primeros años de la niñez, las niñas a menudo reciben menos atenciones y cuidados. Y con frecuencia las expectativas, a medida que los niños y las niñas crecen y se desarrollan, varían de unos a otras, lo que es particularmente importante por cuanto las bajas expectativas están relacionadas con menores logros.
La seguridad en la escuela y en torno a ella repercute especialmente en las niñas.- Si los niños deben recorrer largas distancias hasta la escuela, los progenitores probablemente serán más reticentes a permitir a sus hijas que se desplacen, debido a los riesgos para su seguridad personal.- La violencia física en las escuelas, en particular la intimidación y los castigos físicos, afectan tanto a los niños como a las niñas. Éstas, en cambio, pueden ser con más probabilidad víctimas de violencia sexual, que llega en ocasiones hasta la violación.- La tradicional división del trabajo en razón del género se reproduce en la escuela. Las niñas a veces tienen que realizar tareas de mantenimiento en lugar de estudiar; asimismo, se les niega el ejercicio físico, y en ocasiones sufren acoso moral y sexual.- A veces, no existen instalaciones de higiene o saneamiento adecuadas en los edificios escolares o cerca de éstos, lo que es un problema grave, en particular para las niñas.- La falta de profesorado femenino y la consiguiente falta de modelos a imitar y de posibles confidentes puede producir una pérdida de seguridad entre las niñas asistentes a la escuela.- La violencia de género, que puede llegar hasta la violación y el embarazo precoz, el matrimonio forzado y la propagación del VIH, es un problema que afecta a las niñas en los campamentos de refugiados y las escuelas.- Los menores que se hallan en situaciones de crisis e inestabilidad a menudo no pueden ejercer su derecho a la educación, precisamente en unos momentos en que más necesita la práctica de la escolarización.
Los niños son más propensos a abandonar más la escuela cuando consideran que no está en contacto con su realidad. Es preciso contar con programas y materiales adecuados para la alfabetización y el aprendizaje de las matemáticas básicas, junto a la información y la formación para la vida cotidiana, que incluyan entre sus temas los derechos de los niños, la igualdad de género, la salud, la nutrición, el VIH/SIDA y la paz. Las niñas deben hacer frente a otros retos: con frecuencia las niñas están ausentes -o su representación es estereotipada- en los contenidos e imágenes de los programas. Este aspecto es particularmente evidente en los ámbitos considerados como de competencia exclusiva de los varones.
La seguridad en la escuela y en torno a ella repercute especialmente en las niñas.- Si los niños deben recorrer largas distancias hasta la escuela, los progenitores probablemente serán más reticentes a permitir a sus hijas que se desplacen, debido a los riesgos para su seguridad personal.- La violencia física en las escuelas, en particular la intimidación y los castigos físicos, afectan tanto a los niños como a las niñas. Éstas, en cambio, pueden ser con más probabilidad víctimas de violencia sexual, que llega en ocasiones hasta la violación.- La tradicional división del trabajo en razón del género se reproduce en la escuela. Las niñas a veces tienen que realizar tareas de mantenimiento en lugar de estudiar; asimismo, se les niega el ejercicio físico, y en ocasiones sufren acoso moral y sexual.- A veces, no existen instalaciones de higiene o saneamiento adecuadas en los edificios escolares o cerca de éstos, lo que es un problema grave, en particular para las niñas.- La falta de profesorado femenino y la consiguiente falta de modelos a imitar y de posibles confidentes puede producir una pérdida de seguridad entre las niñas asistentes a la escuela.- La violencia de género, que puede llegar hasta la violación y el embarazo precoz, el matrimonio forzado y la propagación del VIH, es un problema que afecta a las niñas en los campamentos de refugiados y las escuelas.- Los menores que se hallan en situaciones de crisis e inestabilidad a menudo no pueden ejercer su derecho a la educación, precisamente en unos momentos en que más necesita la práctica de la escolarización.
Los niños son más propensos a abandonar más la escuela cuando consideran que no está en contacto con su realidad. Es preciso contar con programas y materiales adecuados para la alfabetización y el aprendizaje de las matemáticas básicas, junto a la información y la formación para la vida cotidiana, que incluyan entre sus temas los derechos de los niños, la igualdad de género, la salud, la nutrición, el VIH/SIDA y la paz. Las niñas deben hacer frente a otros retos: con frecuencia las niñas están ausentes -o su representación es estereotipada- en los contenidos e imágenes de los programas. Este aspecto es particularmente evidente en los ámbitos considerados como de competencia exclusiva de los varones.
FUENTE: UNICEF
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