martes, diciembre 10, 2013

Pluspetrol: responsable del desastre y crisis ambiental en la cuenca del río Tigre


- Minam declara crisis ambiental en Lote 1AB operado por Pluspetrol que suma tres cuencas afectadas: Pastaza, Corrientes y Tigre.
Servindi, 9 de diciembre, 2013.- Luego de una larguísima batalla impulsada por las comunidades amazónicas kichwas afectadas por la actividad petrolera el ministerio del Ambiente declaró oficialmente en emergencia ambiental la cuenca del río Tigre.
De esta manera se confirma el desastre y crisis ambiental ocasionado por la actividad petrolera que contaminado el 100 por ciento del agua para el consumo humano y los suelos, fuentes de agua y sedimentos.
Según la norma, “el objetivo de la Declaratoria de Emergencia Ambiental es garantizar el manejo sostenible de la zona afectada, realizando los correspondientes trabajos de recuperación y remediación para mitigar la contaminación ambiental”.
La norma se publicó el 30 de noviembre en el diario oficial El Peruano y declara en Emergencia Ambiental el área de la cuenca del río Tigre que corresponde al área de influencia del Lote 1AB.
La Resolución Ministerial 370-2013-MINAM aprueba el “Plan de Acción Inmediato y de Corto Plazo para la atención de la Emergencia Ambiental en el parte alta de la cuenca del río Tigre”.
El diagnóstico del Tigre se realizó durante los meses de julio y agosto de 2013, en el marco de las actividades de la Comisión Multisectorial 200-2012-PCM, responsable de evaluar y proponer medidas para la mejora de la situación ambiental en las cuencas del Pastaza, Corrientes, Tigre y Marañón, en la Amazonía peruana.

Crisis ambiental en la cuenca y en locaciones petroleras

En octubre de 2013 el Minam presentó a la Federación de Comunidades Nativas del Alto Tigre (FECONAT) los resultados de la evaluación ambiental integral de la parte alta de la cuenca.
En ellos se precisan los altísimos índices de contaminación a consecuencia de la actividad petrolera en el Lote 1AB, operado por Pluspetrol.
La crisis ambiental en el Tigre, denunciada desde tiempo atrás por FECONAT, afecta severamente los territorios, la salud y seguridad de las comunidades kichwas de la zona.
La declaratoria, que cubre un tiempo de 90 días, involucra a diez comunidades de la zona.
La emergencia considera seis sitios contemplados en el Plan Ambiental Complementario (PAC), un instrumento para la gestión ambiental de aplicación obligatoria para Pluspetrol.
Ellos son: Locación San Jacinto, Locación Forestal, Ex Refinería Marsella, Locación Bartra, Locación Shiviyacu y Pozo Tigre 1X (CL Nuevo Remanente).
La medida indica que el PAC del Lote 1AB, aprobado en 2007 y con plazo de ejecución hasta 2009, no se ha cumplido a la fecha, cuatro años después.
La Declaratoria de Emergencia Ambiental de la cuenca del Tigre y la implementación de su Plan de Acción Inmediata y de Corto Plazo está a cargo del Minam.
La resolución indica también la participación del Organismo Evaluador y Fiscalizador Ambiental (OEFA), el Gobierno Regional de Loreto y las comisiones del Congreso de la República competentes en temas ambientales y de salud.
Emerson Sandi, presidente de FECONAT, dijo: “Si la inversión petrolera trae desarrollo, el resultado es lo que estamos viendo. ¿Quiénes son responsables? ¿Quiénes van asumir la reparación?”.
Luego del desastre ambiental comprobado por el Estado peruano la FECONAT exige un proceso de consulta previa respecto a la nueva licitación del Lote 1AB -hoy Lote 192- y que se remedien todos los pasivos ambientales ocasionados en 40 años de actividad petrolera.
Asimismo, que se otorguen las garantías para una gestión ambiental eficaz y con participación indígena.
La concesión de Pluspetrol culmina el año 2015, luego de operar desde el año 2001 en el Lote 1AB.
Infografía elaborada por PUINAMUDT consolida los resultados emitidos por las autoridades públicas. Dar clic en la imagen para agrandar
Puede descargar documentos relacionados con un clic en los siguientes enlaces:

Declaración Universal de los Derechos Humanos: 65 años después


2013.12.10 - 09:38:47 / web@radiorebelde.icrt.cu / Angélica Paredes López 

Cuba ONU Derechos Humanos

Los 7 mil millones de seres humanos que habitan el Planeta debieran celebrar el Día de los Derechos Humanos. Pero, ¿acaso los 842 millones de hambrientos en el mundo, los 1 200 millones que viven en extrema pobreza, o los 774 millones de analfabetos sabrán que el 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos?

¿Acaso los más de dos millones de niñas que son forzadas a ejercer la prostitución; los más de 33 mil infantes que mueren cada día en el tercer mundo por enfermedades curables y los otros 325 millones que no asisten a la escuela, conocerán el significado de “derechos humanos”?

Orígenes de una Declaración incumplida

Sesenta y cinco años atrás la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Su aprobación fue posible solo tras la victoria de las fuerzas progresistas sobre el fascismo y constituye, sin duda, un éxito de los pueblos en la lucha por el reconocimiento de sus derechos.

Pese a las limitaciones resultantes del momento en que se proclamó, la Declaración marcó un hito y sirvió de inspiración y estímulo al ulterior desarrollo y codificación de los derechos humanos, tanto de las personas como de los pueblos.

En 1948, al aprobarse la Declaración, ya había comenzado la llamada Guerra Fría.

Prácticamente la mitad de los actuales Estados miembros de las Naciones Unidas estaban sometidos al dominio colonial o eran simplemente neocolonias. Fue la época del surgimiento del oprobioso régimen del apartheid en Sudáfrica, a cuya derrota contribuyeron los combatientes cubanos décadas después.

Aunque el propio preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas, proclamada en 1945, identificó entre sus propósitos el respeto al principio de la libre determinación de los pueblos, no fue hasta la década de 1960 que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó ese principio -el de la libre determinación de los pueblos- como un derecho.

A lo largo de los años, la batalla de muchos países en desarrollo y de las fuerzas progresistas en el mundo industrializado permitió la posterior reivindicación y reconocimiento de otros derechos inalienables de los pueblos, en particular, de sus derechos a la paz y al desarrollo.

Sin embargo, los gobiernos de Estados Unidos y sus aliados siguieron manipulando el tema de los derechos humanos a su antojo y utilizándolo como herramienta de chantaje y presión contra aquellos países que, como Cuba, persisten en su derecho a la libre determinación y la independencia.

Derechos humanos en el mundo: ¿una quimera?

Los postulados de la Declaración Universal de los Derechos Humanos siguen siendo una quimera. Las naciones pobres sufren el egoísmo, la injusticia, las pretensiones de dominación, la inequidad, el derroche y el consumismo desmesurado de una minoría insensible, frente al desamparo, el hambre y la desnutrición, el analfabetismo y las enfermedades para los más de 2 600 millones de personas que se preguntan hoy, 65 años después de haberse proclamado la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ¿por qué se les condena a vivir para siempre en la desesperanza y la pobreza?

La profunda crisis a la que el egoísmo y la irresponsabilidad han arrastrado al mundo, especialmente visible en los ámbitos financiero, alimentario, energético y climático, impacta con mayor fuerza sobre los países del Sur y sobre los más necesitados, mientras que los responsables se resisten a buscar soluciones apropiadas con tal de preservar sus privilegios.

Cuba y el respeto a los derechos humanos

Un día como el 10 de diciembre, en que se cumplen 65 años de la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, vale recordar que la Revolución Cubana, atacada con saña, bloqueada, hostigada, invadida, bombardeada, víctima del terrorismo, los sabotajes y las campañas de descrédito, que ha tenido que defenderse durante más de 50 años, lo ha hecho en el respeto absoluto a los más elevados principios de la ética.

Cuba, bloqueada y asediada por sucesivas administraciones del Gobierno de Estados Unidos durante más de cinco décadas, puede mostrar hoy avances sustantivos e irrefutables, resultados de programas y planes nacionales encaminados a mejorar las condiciones de vida de su pueblo y el disfrute de todos los derechos humanos.

Cuando arribamos a este 10 de diciembre, se abren las escuelas, los hospitales, las fábricas, los centros de investigación...

Cubanas y cubanos disfrutan de sus derechos, en un país que construye su futuro desde el presente perfectible, pero profundamente humano.

Carta Abierta a Bachelet por transgénicos y Monsanto

Organizaciones sociales y ambientales emplazan a Bachelet por transgénicos y Ley Monsanto
Fecha de Publicación: 08/12/2013
Fuente: Biodiversidad en América Latina y El Caribe
País/Región: Chile
Carta pública que dirigen a la candidata a la presidencia Sra. Michelle Bachelet, las organizaciones del movimiento Yo No quiero transgénicos en Chile.
Santiago, 5 de diciembre de 2013
Carta pública a la Sra. Michelle Bachelet
Candidata a la Presidencia de la República
En representación de la Alianza por una Mejor Calidad de Vida, compuesta por organizaciones sociales y ambientales, y por la Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile, y también en nombre de la campaña Yo No quiero Transgénicos en Chile, nos dirigimos a usted en forma pública. No obtuvimos respuesta a nuestra carta enviada durante su primera campaña, para conocer su posición frente a nuestras propuestas en materia de políticas públicas orientadas al agro, en particular lo relativo al tema de la semilla campesina e indígena, los cultivos transgénicos, y los plaguicidas. Nos preocupa su silencio, que es consistente con el hecho que cuando fue presidenta, también se negó a dialogar con 40 organizaciones sociales y ambientales que le solicitaron una reunión para discutir el proyecto de Ley de Derechos de Obtentores Vegetales que Ud. envió en 2010 a la Cámara de Diputados. También tenemos presente que uno de sus ministros de Agricultura, Alvaro Rojas, en una oportunidad apareció junto al gerente de Monsanto promoviendo los cultivos de soya transgénica como una salida a la crisis del campo. Durante su gobierno algunos de los firmantes hemos participado en mesas de trabajo sobre los determinantes sociales, normativas sobre plaguicidas y convenios internacionales sobre medio ambiente.
Hoy, además de su escueto programa de gobierno, nuestra fuente indirecta sobre su postura, son sólo sus respuestas puntuales en entrevistas o en la negociación con políticos, respecto de los temas que nos preocupan y nos han tenido en constante movilización.

La Ley Monsanto – von Baer
En cuanto a la Ley Monsanto –von Baer, su programa de gobierno menciona su disposición a “revisar” este proyecto de Ley, lo cual reiteró en TVN (El Informante, 3 de diciembre) al sostener que no le gusta la ley porque cuando se envió “tenía otro sentido de lo que ha llegado a ser y hay evidencia clara que habría elementos que podrían dañar la salud y, más importante, podría afectar la soberanía alimentaria y las semillas tradicionales." Sin embargo la ley que discute el Senado no ha sufrido ningún cambio respecto del proyecto original que en su esencia entrega nuevas garantías a los obtentores a costa de los derechos de campesinos e indígenas. Deducimos que ese proyecto de ley fue hecho por las empresas semilleras, avalado por el Ministerio de Agricultura y endosado por Ud. sin analizarlo. Revisar el proyecto es inconducente, porque los artículos conflictivos son justamente el eje de la iniciativa que permitiría alinear nuestra legislación con las exigencias del convenio UPOV 91, defendido por las citadas empresas. Por tanto sería coherente de su parte, retirar este proyecto de Ley de Derechos de Obtentores Vegetales y mantener en vigencia la actual Ley de Semillas N º 19.342 y el convenio UPOV 78. Para proteger la biodiversidad es imperativo adoptar medidas tendientes a ratificar el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad de la Tecnología y el Protocolo Suplementario de Nagoya (2010) sobre Acceso a los Recursos Genéticos, y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios Derivados, así como el Protocolo de Nagoya/Kuala Lampur Sobre Responsabilidad y Compensación, ambos emanados de Naciones Unidas.

Soberanía alimentaria y transgénicos
Si a Ud. realmente le preocupa el tema de la soberanía alimentaria - entendida como nuestro derecho ciudadano y el derecho de campesinos y campesinas a decidir qué producen y cómo producen sus alimentos, de acuerdo a su cultura y tradiciones - su programa de gobierno tendría que haber incluido políticas públicas tendientes a la protección real de la agricultura familiar campesina y la producción agroecológica, en lugar de orientar todo el esfuerzo productivo hacia la exportación, ignorando a los mercados locales y los y las consumidores chilenos. No existe en su programa ninguna medida de incentivo a la producción con métodos naturales de control de plagas. Tampoco su programa protege a la apicultura de los riesgos que enfrenta debido a los cultivos transgénicos. No hay medida alguna orientada a prohibir los plaguicidas más peligrosos que afectan esa actividad y se utilizan en fumigaciones aéreas y terrestres de la agroindustria, dañando la salud de niños y niñas en aldeas y escuelas rurales, y permaneciendo como residuos en las frutas y verduras que todos consumimos.
Vía CNN, el 5 de diciembre (anuncio de acuerdo con Sfeir) usted introdujo promesas adicionales: “regular los transgénicos” y promover una política nacional de BioSeguridad para cumplir con los compromisos internacionales. Este es el lenguaje utilizado a nivel internacional para la implementación de los cultivos transgénicos, cuestión contradictoria con su afirmación respecto de la nueva mirada de alerta que se desprende de la evidencia científica del daño provocado por estos cultivos.
Si realmente Ud. ahora sabe, al igual que nosotros y nosotras, que los cultivos transgénicos provocan impactos dañinos en la salud, y está comprometida con la protección de la biodiversidad y la semilla campesina, su programa tendría que incorporar una ley de moratoria a los transgénicos, como la vigente en Perú, país que paralelamente está elaborando una línea de base de su biodiversidad.
Cuando Ud. fue Ministra de Salud, elaboró y firmó junto al ex Presidente Lagos el decreto 293 del 26 de abril de 2000 sobre etiquetado de los transgénicos. Pero ustedes resolvieron no promulgarlo, cediendo a la presión empresarial. Ahora tampoco su programa incorpora una ley de etiquetado de los alimentos procesados que contienen transgénicos. En cambio llama a “mejorar la calidad y lograr diferenciar nuestros productos apoyando a productores o redes de productores, en sus proyectos de mejoramiento de la calidad y diferenciación, poniendo énfasis en el acceso a certificaciones especializadas.” Son generalidades que permiten la continuidad de las políticas de su anterior gobierno y del gobierno de Sebastián Piñera, nefastas para la agricultura campesina.

Ud. apoyará la “formalización”, un proceso en curso que a través de INDAP, PRODESAL y SAG, con la excusa de la trazabilidad, ya está obligando a los productores y productoras rurales a comprar semilla certificada para poder acceder a mercados, e impide usar la semilla tradicional y producir en forma sana a las mujeres campesinas y a las productoras en general. Este tipo de medidas sólo tiende a favorecer a los productores de semillas híbridas y de plaguicidas, que venden semillas certificadas que son “desinfectadas” con fungicidas o insecticidas. Recomendaríamos analizar las medidas adoptadas recientemente en Brasil para apoyar la agricultura familiar campesina, a través de la no exigencia de semilla certificada y el apoyo a la certificación participativa.

¿Es posible la economía que quiere el papa Francisco?

Claudia Peiró

Su Santidad criticó la teoría del derrame y la idolatría del dinero, causantes de la exclusión social. Algunos vieron en esto un cuestionamiento a la economía de mercado. La visión del empresariado católico Evangelii Gaudium, la primera exhortación apostólica del pontífice argentino, dada a conocer el 26 de noviembre pasado, contiene fuertes y claras definiciones económicas. El Papa afirma allí que la opción por los pobres no es una elección ideológica o social, sino teológica, bíblica. Denuncia las patologías del mundo actual, en el que "hay que luchar para vivir y, a menudo, para vivir con poca dignidad".  
Llama a "decir no a una economía de la exclusión y la inequidad", a "una economía (que) mata". Afirma que la inequidad genera violencia. "Sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión", escribe. Cuestiona el consumismo desenfrenadoque "unido a la inequidad es doblemente dañino del tejido social".
"La posesión privada de los bienes se justifica para cuidarlos y acrecentarlos de manera que sirvan mejor al bien común, por lo cual la solidaridad debe vivirse como la decisión de devolverle al pobre lo que le corresponde", dice el Papa en uno de los párrafos que más escozor produjo en los cultores del liberalismo económico extremo.
Finalmente critica la teoría del "derrame" y asegura que está demostrada su falsedad. "Ya no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado", afirma.
Infobae consultó la opinión del ingeniero industrial Alejandro Preusche sobre estos temas. En julio pasado, Preusche presidió el Encuentro Anual de ACDE (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa) cuyo tema fue, precisamente: "¿Cómo respondemos al Papa Francisco? Generando empleo y desarrollo para una Argentina inclusiva". 

Hubo algunas reacciones airadas al documento del Papa calificándolo de contrario al capitalismo. ¿Hay una contradicción insalvable entre la promoción de la justicia social y la lógica empresarial?
No creo que haya ninguna contradicción. Me remito a lo que dijimos en el encuentro anual de ACDE: el Papa nos está sacudiendo para que nos demos cuenta de lo que está pasando a nuestro alrededor. Sintetizando nos dice tres cosas: uno, combatir la pobreza, dos, asumir nuestra responsabilidad como empresarios, porque no podemos decir "yo no me ocupo de eso", o "con eso no tengo nada que ver"; y, tres, no perder el tiempo porque se trata de seres humanos que, al lado nuestro, están padeciendo privaciones importantes o hasta muriendo de hambre.
¿Y qué debe hacerse?
El debate principal del encuentro de ACDE fue justamente cómo generar más trabajo, ya no sólo desde la perspectiva individual, sino como país, interactuando el sector privado con el sector público para generar más trabajo a fin de incluir a los que hoy están excluidos, sabiendo que el único modo por el cual una sociedad puede sacar a la gente de la exclusión es con trabajo, no con asistencialismo ni subsidios; eso es un parche para que sobrevivan pero no los saca del lugar donde están, no les permite tener futuro, mirar hacia adelante con esperanza. La Argentina tiene un potencial gigantesco para generar puestos de trabajo, por ejemplo a través de un mayor desarrollo del sector de agronegocios, de la minería, de la energía en general, con esos sectores nada más se podrían crear unos 3 millones de puestos de trabajo en los próximos años. Hay enormes oportunidades. La pregunta es qué nos pasa, por qué no lo hacemos.
¿Cuál es el principal obstáculo?
La falta de confianza. Para generar puestos de trabajo hay que invertir. En algunos sectores con 5 mil dólares se genera un puesto de trabajo y en otros se necesita 80 mil, dependiendo de si es una industria capital-intensiva o no. Pero para invertir se necesita tener confianza en el sistema. Hoy tengo una inflación rampante, no me dejan girar divisas al exterior o tal vez el día de mañana no me dejen sacar dividendos o me cambien las reglas del juego, entonces no invierto. Argentina tiene un potencial de desarrollo energético enorme, gigantesco, en lo convencional y en energías alternativas, ¿por qué no se lo desarrolla?, ¿por qué tenemos que seguir importando gas a 17 dólares? Falta confianza. El primer paso es recuperar la confianza. Sino es imposible.
El Papa cuestiona el afán desmesurado de riqueza...
Estoy totalmente de acuerdo con el planteo del Papa, tanto personalmente como en mi rol en ACDE. Él no está en contra de la propiedad privada, para nada. Lo que dice es que la propiedad privada no tiene que ser una excusa para olvidarse de los que no tienen nada. Lo del Papa es un golpe a la conciencia de todos: el que no tiene, tiene derecho a tener. Pero ese derecho no es porque venga y ocupe un pedazo de nuestra casa o de nuestra empresa. Es al revés, tenemos que salir de nosotros mismos y mirar la realidad que tenemos al lado y asegurarnos de que no haya más excluidos. Particularmente en nuestro país no deberían existir estas cosas, esto es como un crimen del que todos somos responsables.
Estas definiciones del documento asustaron a algunos, ¿tienen razón?
A los que me dicen, "che, el Papa está contra los empresarios...", yo les digo que no, que está contra la conducta mezquina de los empresarios. Si no reconocemos eso, no nos estamos mirando al espejo. No somos santos, podemos decir que somos hijos de este sistema, y que para poder sobrevivir nos tenemos que amoldar y mirar a corto plazo, pero la verdad es que hemos hecho poco para que este sistema sea ético. De hecho, en este documento el Papa dice que la del empresario es una muy noble tarea, siempre y cuando esté orientada al bien común, si solamente se orienta a ganar plata a expensas de otros, deja de ser noble.
¿Es equivocada la teoría del derrame?    
Es sostenida por algunos, y fue el paradigma de los años 90, pero está demostrado que es falsa. Miremos lo que ha pasado en Estados Unidos, donde ha aumentado enormemente el nivel de desigualdad en los últimos años, y se trata del país donde el libre mercado es paradigma. Pero (Barack) Obama en un discurso hace poquísimos días dijo que Estados Unidos se está pareciendo cada vez más a la Argentina en términos de desigualdad.  
¿Eso es fruto de la política desregulatoria de la gestión de Bill Clinton?  
Arranca un poco antes y se acelera con la desregulación financiera del final de la época de Clinton y comienzos de la gestión de Bush hijo, cuando en particular se permite que haya un enorme desarrollo de negocios financieros, especulativos, que acaparan una porción muy grande de la renta. Hay un video que muestra la evolución de la desigualdad del ingreso en ese país y es abrumador ver la megaconcentración de la riqueza en el 1% de la población, mientras otros han caído en la pobreza. En verdad la teoría del derrame no funciona porque la lógica del dinero ya sabemos cómo es: a mayor rentabilidad más atractivo y a más atractivo, más rentabilidad y es algo que no tiene un tope, no es que se dice "bueno, ya llegué hasta acá, y a esto me limito"; sigue, porque si uno se baja, viene otro que quiere seguir, es una lógica que no para.

¿Es necesaria la intervención estatal?
Una convicción instalada hace tiempo, en el pensamiento católico en particular y, en términos más generales, no ultraliberal en lo económico, es la de que cuando se deja a los sistemas económicos librados a sí mismos, el que más poder tiene más termina dominando. Y esa es una lógica nefasta, es un beneficio para el que está ahí, que gana mucho dinero, pero termina sometiendo a todos los demás. En el mundo empresarial esta lógica deriva en winner takes all [el ganador se queda con todo]. Cómo se compensa esto, cómo se regula; no hay una autorregulación, la regulación tiene que venir del Estado, el Estado tiene que participar, inteligentemente. No es cierto que cuanto menos Estado mejor. Debe ser la medida justa, ni menos, ni más. Ni el Estado debe retirarse, ni es el salvador de todo. Debe existir un adecuado equilibrio entre sector público y sector privado. Si el diálogo está roto, como está roto en Argentina, entonces se puede ir para un lado, para el otro, pero las cosas van a estar mal siempre.
¿Coincide con que vivimos bajo la idolatría del dinero?  
Absolutamente, la gran mayoría de las empresas se manejan en función de lo que llamamos la "financiarización", es decir, se toman todas las decisiones en base a los resultados económicos y alguien puede decir "ah, pero si no se maneja así..." No es así, lo que el Papa dice es que la primacía de todo se la tenemos que dar al ser humano, si prescindimos de la persona, la reducimos a un objeto, y al final nos damos cuenta de que todo esto tiene un impacto muy grande en la sociedad. La carta del Papa tiene un contenido extraordinario. Él dice que no es una exhortación social sino evangélica pero las implicancias de lo que dice son sociales. Pide que tomemos conciencia de lo que está pasando afuera, que miremos la realidad de mayor desigualdad. Si bien es cierto que en el mundo la desigualdad extrema se ha reducido, porque China, que estaba en el fondo de la tabla, ha mejorado, y Estados Unidos, que estaba al tope, empeoró, si se mira al interior de esos dos países, las desigualdades son impresionantes. Entonces, aunque la desigualdad haya disminuido un poco entre países aumentó en el interior de cada uno.
¿Se puede remediar esto a nivel nacional o debe haber un cambio global?
Lo más importante es empezar por la sociedad local. El Papa señala el cáncer que padecemos. Es el sometimiento de las estructuras de poder al dinero; la corrupción, que tiene por efecto distorsionar todo. El político no se dedica a proveer al bien común y el empresario sabe que su juego es tratar de ganar lo máximo hoy porque mañana no sabe lo que va a pasar. Es una visión de corto plazo. El Papa en cambio dice que el tiempo es superior al espacio, es decir, tenemos que trabajar para el largo plazo, si sólo trabajamos para el corto plazo, seguro cometemos errores.  Eso se ve hoy en nuestro país, todo es a cortísimo plazo, todo es parche, así las cosas no se arreglan. Hay que empezar por casa y por uno mismo. El Evangelio no está en contra del dinero, contra la riqueza, sino en contra de la actitud que cada uno de nosotros tiene hacia la riqueza. El Papa no dice que todos tienen que ser pobres, dice "los ricos ocúpense de los pobres". No dice "dejen de ser ricos". Es como cuando pide salir a las periferias, dejar de estar centrado en mí mismo para pensar en el que tengo al lado mío, empezando por el empleado que en cualquier momento pasa por la puerta de mi oficina.
¿Le preocupa esta suerte de conflictividad social latente que vivimos?
Sí, definitivamente. Las cosas que vemos en Córdoba, en algunos lugares del Gran Buenos Aires, lo que hemos visto en Rosario hace algunos meses, en Bariloche... siempre alguien dice "esto fue motorizado por alguien..." Es como decir "alguien prendió la chispa", bueno, pero había pólvora... Estoy seguro de que hay gente buena que salió el otro día en Córdoba pensando "hoy podemos ir a sacar del supermercado lo que queremos". Porque no pasa nada. Cuando un gobierno permite que un piquete corte una autopista por nueve horas... ¿qué señal se da a la gente? Que se puede, que no importa jorobar al de al lado, que lo que uno tiene en la cabeza es lo más importante y que se puede hacer sin que pase nada. Estamos en una sociedad tan permisiva que se puede hacer cualquier cosa, decir cualquier cosa, tenemos un vicepresidente cuestionadísimo, y no pasa nada. Y la pregunta que yo me hago es cómo un tipo formado como él se animó a hacer esas cosas. Porque el sistema se lo permitió. Es por eso que el sistema corrupto, donde todo se puede, genera daños adicionales para todos.
¿Cómo se debe reaccionar a la exhortación papal?
Recomendaría leer varias veces lo que dice el Papa porque es extraordinario, leerlo con detenimiento porque es un mensaje de una consistencia tremenda. Y luego hablemos acerca de cómo hacer lo que él dice que hay que hacer. Cómo lograr una sociedad más justa, cómo lograr que el dinero no sea todo en nuestra vida, porque finalmente nos hace menos humanos. Consumir es una necesidad, pero el ser humano no puede ser reducido a una sola de sus necesidades, el consumo. Sin embargo hoy todo está en función de eso. ¿Dónde están los valores culturales? ¿El desarrollo de una sociedad en función de su capital social? ¿Dónde está la educación, la revalorización del trabajo para tener una vida digna?

Hacia una política suramericana de ciencia y tecnología

Servicio Informativo "Alai-amlatina" - - -

Hacia una política suramericana de ciencia y tecnología

Sally Burch

ALAI AMLATINA, 9/12/2013.- América del Sur cuenta con grandes riquezas 
naturales, cuyo aprovechamiento podría ayudar de manera significativa a 
superar la pobreza -que aun afecta a unos 100 millones de personas- y 
contribuir al vivir bien de los pueblos de la región. Poder 
aprovecharlas adecuadamente, a la vez que minimizar el consecuente 
impacto ambiental, requiere del desarrollo de capacidades propias en 
ciencia y tecnología. Tal fue una de las premisas centrales del Foro de 
UNASUR “Ciencia, Tecnología, Innovación e Industrialización”, que se 
desarrolló del 2 al 4 de diciembre en Rio de Janeiro, Brasil. La región 
cuenta con un importante acumulado de conocimientos, tradicionales y 
nuevos, y una gran diversidad de producción teórica, pero se encuentran 
dispersos, por lo que el Foro acordó en la necesidad de elaborar una 
visión común entre países suramericanos respecto a las posibles 
estrategias para el desarrollo, y más específicamente, una estrategia 
común en el ámbito de la ciencia y la tecnología.

“Nadie duda que la gran fuerza de nuestra región reside en sus grandes 
recursos naturales”, afirmó Alí Rodríguez, Secretario General de la 
Unión de Naciones Suramericanas -UNASUR-, al abrir el Foro, precisando 
que la explotación irracional de tales recursos que ha ignorado los 
impactos humanos y ambientales, se ha traducido en graves conflictos 
sociales. Por lo mismo -acotó-, la meta de garantizar una explotación 
racional que minimice el impacto ambiental requerirá de grandes 
inversiones para la investigación y el desarrollo tecnológico, por lo 
que será mucho más factible hacerlo en forma conjunta entre los países 
de América del Sur, que si cada país actúa en forma individual.

En tal sentido, se informó que ya se ha avanzado con la propuesta de 
crear el Servicio Geológico Suramericano -SGSA-, como organismo 
supra-regional, encargado de sistematizar datos geocientíficos. Y que se 
está elaborando el proyecto del Instituto de Altos Estudios de UNASUR, 
con miras a promover la cooperación científica, tecnológica y académica 
entre los países del subcontinente.

La relevancia de partir de políticas propias para orientar la 
investigación en ciencia y tecnología fue colocada por el académico 
Enrique Dussel, quien desmitificó la teoría clásica, según la cual sería 
el desarrollo de la ciencia lo que permite producir tecnología, que al 
aplicarse en el proceso productivo conlleva a generar riqueza. Citando 
una serie de ejemplos históricos, como la revolución industrial inglesa 
de fines del Siglo 18, demostró que lo que ocurre es más bien al revés: 
es la voluntad política de impulsar un campo económico dado, en las 
condiciones particulares de un país, lo que determina las necesidades en 
tecnología y así motiva la inversión en la investigación científica 
respectiva. Solo impulsar la investigación científica, sin definir estas 
prioridades, no necesariamente conlleva a avances para el desarrollo, 
señaló.

La “gran ciencia” mundial se ha orientado a la guerra, antes que a la 
paz, generando una enorme capacidad para destruir la vida, señalaron 
algunos ponentes. Por lo demás, el desarrollo de ciencia y tecnología ha 
servido principalmente para aumentar la rentabilidad de los grandes 
capitales y no en beneficio de los pueblos. Incluso, como subrayó el 
investigador brasileño Theotonio dos Santos, la tecnología no sería 
ajena a la gran exclusión social que vive América Latina. “La 
concentración de tecnología está vinculada a la concentración de la 
renta”, enfatizó, añadiendo que si el 7% de la población ha logado 
controlar el 47% de la riqueza mundial, es gracias a la tecnología; ya 
que sin ella sería imposible manejarla.

De allí que en el Foro se destacó la importancia de enmarcar las 
políticas de ciencia y tecnología en una cultura de paz y de defensa de 
la vida, lo cual implica también romper con las tendencias dominantes 
donde las decisiones políticas suelen ser demasiado influenciadas por 
instituciones internacionales y, generalmente, con un sesgo exagerado en 
proyectos cooperativos entre universidades y empresas. Estamos hablando 
de “un cambio de paradigma en ciencia y tecnología”, recalcó, al 
respecto, Alí Rodríguez.

Proyectos colaborativos

En el Foro participaron mayoritariamente investigadores e 
investigadoras, pero también representantes gubernamentales y de 
distintos consejos de Unasur. Entre sus recomendaciones específicas, se 
contemplan la creación de proyectos colaborativos de investigación y el 
impulso de intercambios de profesores e investigadores con miras a 
compartir conocimiento e información sobre lo que se investiga en cada 
país. Sin descartar los intercambios con grandes proyectos mundiales de 
investigación como el CERN de Suiza, --uno de los centros más avanzados 
en física, que estuvo presente en el Foro--, se advirtió que formar 
investigadores en el exterior, en áreas de punta, a menudo significa que 
luego no tengan posibilidades de aplicar sus conocimientos dentro de la 
región. Por lo mismo, se planteó priorizar el intercambio 
intrarregional, la cual podría incluir la construcción de universidades 
o laboratorios compartidos en función de intereses de la región.

UNASUR está elaborando un directorio de centros de investigación en 
sectores estratégicos, de los que ya tiene identificados unos 600, pero 
constata que hay muy poca coordinación entre ellos, lo que implica 
duplicación de esfuerzos. Uno de los planteamientos de la entidad, 
entonces, es promover redes.

En esta dirección, se destacó, por ejemplo, el enorme potencial para la 
investigación científica de la Amazonía, la mayor parte de cuyos bienes 
genéticos aún son desconocidos, y que, mediante proyectos compartidos de 
investigación entre los países amazónicos, podrían prestarse para el 
desarrollo de una industria farmacéutica propia, pensada para responder 
a las necesidades de salud de la región, particularmente para el 
tratamiento de enfermedades que las empresas farmacéuticas 
transnacionales tienen poco interés en explorar por no representar un 
mercado rentable. Una estrategia de este tipo implica construir una 
visión común de la Amazonía como un sistema complejo y único, no 
retaceado por las fronteras nacionales, se señaló.

Se propuso también crear un programa de becas en Suramérica como parte 
de una iniciativa de “ciencias sin fronteras”, para facilitar la 
movilidad de investigadores y alumnos de postgrado. Además, se habló, de 
la necesidad de abrir espacios para la discusión de ciencia y tecnología 
con una multiplicidad de actores, más allá del público técnico 
especializado, y de democratizar la ciencia. Se enfatizó también en que 
una de las condiciones para el desarrollo científico propio es mejorar 
la educación básica, lo que implica ir más allá de la meta de décadas 
anteriores, que era universalizar la educación, para ahora centrar la 
mirar en la calidad, con miras a formar jóvenes capaces de entrar a la 
formación universitaria con una sólida base humanista y científica.

Varios ponentes resaltaron la importancia de rescatar y valorizar el 
conocimiento tradicional y de promover un diálogo de saberes, como un 
elemento clave del desarrollo del pensamiento propio de la región. En 
este marco, se resaltó la relevancia de propuestas como el buen vivir o 
vivir bien como principio orientador de las políticas públicas, que en 
Ecuador y Bolivia ya tiene fuerza constitucional. En este marco, se 
evocó como ejemplo la agroecología, como una ciencia que nació 
prácticamente en América Latina, y que es basada precisamente en este 
diálogo entre conocimiento tradicional y ciencia moderna, y que con un 
mayor impulso desde las políticas públicas podría asegurar las 
necesidades de alimentación de las poblaciones de la región con comida 
saludable, y sin deteriorar la tierra ni contaminar las fuentes de agua, 
como ocurre en zonas de grandes monocultivos, orientados generalmente a 
la exportación. Tema que no es menor, si se considera que la tierra y el 
agua son quizás los mayores recursos naturales renovables con los que 
cuenta América del Sur, pero cuyo futuro está justamente en riesgo.

El seguimiento de este segundo debate en UNASUR (el primero, sobre 
Recursos Naturales para el Desarrollo Integral de la Región, tuvo lugar 
en Caracas en mayo pasado), le corresponde asumir al Consejo de Ciencia 
y Tecnología de UNASUR, cuyo presidente es René Ramírez, Secretario de 
Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación de Ecuador. En una 
videoconferencia, Ramírez destacó el tema de la propiedad intelectual e 
insistió en la importancia de una estrategia conjunta frente a la 
biopiratería y en la necesidad de un pacto regional para enfrentar 
conjuntamente las negociaciones internacionales, por ejemplo en la 
Organización Mundial del Comercio, añadiendo que “precisamos avanzar en 
una agenda soberana del conocimiento”.

Monica Bruckmann, una de las principales organizadoras del Foro, comentó 
en entrevista que entre los logros del evento se destaca el señalamiento 
para pensar proyectos de desarrollo integral, con sustentabilidad e 
integralidad, que minimicen el impacto ambiental y donde el 
aprovechamiento de recursos tenga como finalidad las necesidades de los 
seres humanos, desde una perspectiva soberana. Ello implica una ruptura 
histórica, en la medida en que la región se ha insertado en la economía 
mundial en función de los intereses y la lógica de las economías 
centrales. Pero hoy, “se está creando un nuevo paradigma de desarrollo a 
partir de las necesidades de nuestros pueblos”, precisó.

Rio de Janeiro.

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lunes, diciembre 09, 2013

“Hay un falso modelo de sociedad que descarta a los más débiles”



Para el Pontífice, “las victimas de esa cultura son precisamente los seres humanos más débiles y frágiles – los niños por nacer, los más pobres, los viejos enfermos, los inválidos graves… –, que corren el riesgo de ser ‘descartados’, expulsados por un engranaje que debe ser eficiente a todo precio". La causa de "este falso modelo de hombre y de sociedad", ha explicado el Papa, es "un ateísmo práctico" que niega la Palabra de Dios.
En cambio - ha recordado el Santo Padre - si dejamos que la Palabra de Dios “ponga en discusión nuestras formas de pensar y de actuar, los criterios, las prioridades y las elecciones, entonces las cosas pueden cambiar”. “La fuerza de esta Palabra pone límites a quien quiera volverse hegemónico prevaricando los derechos y la dignidad de los otros. Al mismo tiempo, dona esperanza y consolación a quien no es capaz de defenderse, a quien no dispone de medios intelectuales y prácticos para afirmar el valor del propio sufrimiento, de los propios derechos, de la propia vida”, ha subrayado.
Asimismo, el Pontífice ha señalado que en la Doctrina social de la Iglesia “hay un fruto particularmente significativo del largo camino del Pueblo de Dios en la historia moderna y contemporánea: la defensa de la libertad religiosa, de la vida en todas sus fases, del derecho al trabajo y al trabajo decente, de la familia, de la educación”.
Refiriéndose al propio Instituto Dignitatis Humanae, el Santo Padre ha asegurado que “son bienvenidas” todas las iniciativas que “pretenden ayudar a las personas, a las comunidades y a las instituciones a redescubrir la portada ética y social del principio de la dignidad humana, raíz de libertad y de justicia.
Finalmente, el papa Francisco ha indicado que "es necesaria una obra de sensibilización y de formación, para que los fieles laicos, en cualquier condición, y especialmente aquellos que se comprometen en el campo político, sepan pensar según el Evangelio y la Doctrina social de la Iglesia y actuar coherentemente, dialogando y colaborando con cuantos, con sinceridad y honestidad intelectual, comparten, sino la fe, al menos una visión similar de hombre y de sociedad y sus consecuencias éticas". Y ha concluido diciendo que "no son pocos los no cristianos y los no creyentes convencidos que la persona humana deba ser siempre un fin y jamás un medio”.
El Instituto Dignitatis Humanae es una iniciativa fundada en 2008 por un pequeño grupo de parlamentarios europeos y altos funcionarios católicos. Su principal impulsor, Benjamin Harnwell, era en aquel tiempo jefe de gabinete de Nirj Deva, un representante británico en el Parlamento europeo, presidente del Comité Internacional sobre Dignidad Humana. Harnwell tuvo la idea del Instituto en 2004 después de que el político italiano Rocco Buttiglione fuese forzado a dimitir de la nominación italiana como candidato a la Vicepresidencia de la Comisión Europea por sus puntos de vista sobre la homosexualidad.
Esta entidad tiene como objetivo sostener la dignidad humana fundamentada en la verdad antropológica de que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios y por eso tiene una innata dignidad de valor infinito que debe ser acogida. La promoción de esta perspectiva se lleva a cabo a través del apoyo a los cristianos en la vida pública, asistiéndoles para que presenten respuestas coherentes y efectivas a los crecientes intentos de silenciar su voz en el espacio público. (Fuente: Zenit.org)

¿De cuál Mandela estamos hablando?

Servicio Informativo "Alai-amlatina" - - -

A propósito de la muerte de Nelson Mandela
¿De cuál Mandela estamos hablando?

Jesús Chucho García

ALAI AMLATINA, 06/13/2013.-

De Madiba a Cuito Cuanevale

MADIBA, significa “padre”, en lengua xoxa, es como hasta sus noventa y 
cinco años se conocía popularmente a Nelson Rolihlahla Mandela, quien 
nació un 18 de julio de 1917. Hoy Mandela es un símbolo de la convicción 
de los mas altos ideales de la humanidad que lo llevaron a prisión en 
1962, donde paso 27 años humillantes aislado en una celda sin 
comunicación con el mundo.

En esa época de combate, de constante lucha contra el Apartheid, nadie 
daba apoyo a ese antiguo militante y solo Cuba contribuyó a formar el 
Wunkhoto We Sizwe (La Lanza de la Nación) que era el brazo armado del 
Congreso Nacional Africano. Para esa época no existían quienes hoy le 
rinden homenaje, quienes lo buscan para los flashes de los periódicos y 
medios de difusión o aquellos que buscan parecidos forzados con frases y 
oraciones bien escritas y estructuradas de sensibilidades falsas.

El actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo un prólogo al 
último libro de Nelson Mandela “Conversaciones sobre mí mismo”, un 
prólogo bien escrito obedeciendo a una estrategia de venta de los 
editores, pero también es una búsqueda forzosa para compararse con Mandela.

No por casualidad la primera dama de USA, Michel Obama, estuvo en el mes 
de junio del 2011 en Sudáfrica y hacerse una publicidad anticipando el 
aniversario de Mandela quien estaba abatido de un cáncer de próstata 
desde el año 2001. Cuando Obama dice en el prólogo al libro de Mandela 
que “es un ser humano que eligió la esperanza sobre el miedo, y el 
progreso en vez de prisión del pasado”, pretende interpretar al estilo 
muy romántico hollywoodense de que Mandela no tuvo “temor” a morir, y 
todos tenemos temor, miedo, pero Mandela no tuvo pánico, que es 
distinto, pues, como dice Pablo Freire, todos en algún momento de 
nuestras vidas tenemos miedo, pero lo que no debe es envolvernos el 
pánico y Mandela no lo tuvo, se armó con su fortaleza interna que desde 
afuera se la daban las luchas de los movimientos de liberación de 
África, América Latina, el Caribe y el heroico Vietnam, el estímulo de 
la creación de la Organización de Estados Africanos, con la fuerza de 
Jomo Kenyata, Kwame Kruma, Sekou Toure, la solidaridad activa cubana, 
proceso que culminaría con la derrota de la invasión Sudafricana a 
Angola en 1988 con la Batalla de Kuito Kuanavale donde se selló la 
independencia total de Angola, Namibia y la desestructuración del 
régimen del Apartheid que conduciría a la libertad de Nelson Mandela en 
febrero de 1990, contando con la fuerza militar cubana, la Swapo donde 
destacan los nombres del angolano General Luis Faceira (con quien hemos 
conversado sobre estos temas) al igual con el General Cinta Frías (de 
Cuba), leyendas vivientes que lograron derrotar la “operación del 
desierto” sudafricana constituida por más de cien mil hombres contra 40 
mil entre angolanos, namibianos y cubanos. Y eso no lo reconocen ni lo 
reconocerán jamás Estado Unidos ni el actual inquilino de la casa 
Blanca. Hablar de esperanza para el caso de Nelson Mandela es hablar de 
la esperanza redimida que ese hombre sintió cuando se produjo la derrota 
del apartheid y la liberación de Namibia, como el mismo lo dijo en uno 
de sus discursos.

No me atrevo a encasillar a Mandela entre la izquierda y la derecha, lo 
considero un hombre que luchó contra el peor régimen racista que haya 
conocido la historia colonial y contemporánea en África como lo fue el 
Apartheid. El es consciente de que la mayoría del apoyo que recibió en 
los tiempos más difíciles procedió de la izquierda planetaria, no fue 
del imperialismo norteamericano, inglés, francés o israelí, pues todos 
ellos fueron cómplices de sus 27 años de prisión.

Fue un hombre que se ubicó en el contexto sudafricano donde 4 millones 
de blancos por la vía de la fuerza y la represión dominaban 18 millones 
de Xoxa, Zulu, Koishan entre otros pueblos originarios sudafricanos, más 
los migrantes hindúes como Mahatma Ghandi, quien sufrió el racismo en 
Sudáfrica. Si eso es ser de izquierda, Mandela fue de Izquierda. Se 
opuso a la guerra de Irak cuando acusó sarcásticamente al presidente de 
Inglaterra, Tony Blair, como una especie de Ministro de Relaciones 
exteriores de Estados Unidos cuando ese ex presidente justificó, al lado 
de la ONU, Collin Power y George Bush las falsedades de la posesión de 
armas nucleares que supuestamente tenía Sadan Hussein para justificar la 
invasión de parte de la OTAN.

Mandela....un sueño incompleto

La lucha de Mandela dio sus frutos políticos; en primer lugar derribó 
todas aquellas teorías falsamente científicas y moralmente 
injustificables de la incapacidad del africano para dirigir su propio 
país, teorías inventadas por el régimen del Apartheid. En segundo lugar, 
dejó un camino abierto en el poco tiempo que estuvo en la presidencia 
(1994-1999), para la reconciliación nacional, avanzar en la derrota 
contra la discriminación, el racismo, y eso no es nada fácil pues hay 
que tomar en cuenta que en solo 17 años que lleva el Congreso Nacional 
Africano en el poder, partido donde milita Mandela, no es posible acabar 
con la aberración social y psicológica acumulada por más de 400 años, 
pero se hace el esfuerzo y creemos que Sudáfrica avanzará hacia una 
sociedad más justa y equilibrada. Esos avances lo vimos cuando visitamos 
ese país hace justamente una década en el marco de la Conferencia 
Mundial contra el Racismo celebrada en la ciudad de Durban en el año 2001.

Hoy Mandela, al igual que Chávez y Fidel Castro, es un símbolo para los 
pueblos del Sur, aunque los occidentales lo han querido momificar y 
objetualizar, lo han querido convertir en un objeto de consumo y de moda 
como hicieron con el Che Guevara. Hoy más que nunca debemos revisar los 
discursos de Mándela y su agradecimiento a Fidel Castro, su condena a la 
Guerra de Irak, no podemos dejar que lo pongan en el sueño eterno de 
Martin Luther King con aquel famoso discurso de “Tengo un sueño”. Los 
sueños de Mandela por una sociedad más justa no se logró en el corto 
tiempo que ejerció el poder... la incertidumbre en la Sudáfrica 
postmandela no es muy alentadora. Hoy Mandela, junto con Graza Machel, 
ex esposa del lider mozambicano Samora Machel, también asesinado por los 
sudafricanos, son referentes para la reconciliación planetaria.

- Jesús Chucho García, desde Bamako, Mali. (La voz de Afroamérica).

URL de este artículo: http://www.alainet.org/active/69586

viernes, noviembre 01, 2013

El vídeo del niño que consiguió distraer al Papa rompe records

http://www.youtube.com/v/O3-Uax0EqFQ?version=3&autohide=1&showinfo=1&autohide=1&autoplay=1&feature=share&attribution_tag=8Hy41LCQtD9Cori237dD2A

El vídeo del niño que consiguió distraer al Papa rompe records

http://www.youtube.com/v/O3-Uax0EqFQ?version=3&autohide=1&showinfo=1&autohide=1&autoplay=1&feature=share&attribution_tag=8Hy41LCQtD9Cori237dD2A

jueves, septiembre 26, 2013

El paro agrario y la lucha campesina por la tierra en Colombia


El paro agrario y la lucha campesina por la tierra en Colombia
Miércoles, 25 de Septiembre de 2013 14:50 
Efraín Jaramillo Jaramillo
Colectivo de Trabajo Jenzera
Se han hecho muchos análisis sobre el paro agrario, pero a mi juicio faltan los que más necesitan los campesinos, sobre todo de aquellos que no tienen tierra. La mayoría de ensayos sobre el paro agrario, han sido ideológicos o textos que buscan los responsables de la crisis del agro colombiano sólo en los Tratados de Libre Comercio (TLC), el neoliberalismo, la globalización, que remplazaron a los culpables de antes, el imperialismo, la CIA  y otros espantos.
Es necesario también volver la mirada atrás y hacer una historia política de los procesos que han conducido a este levantamiento general de los campesinos, que ya llevan un mes y que aunque amainado, no ha terminado.
Este paro llama la atención porque en determinadas zonas ha adquirido rasgos de insubordinación, comparables a aquellos protagonizados por la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) a comienzos de los años 70 del siglo pasado, puesto que de este paro hacen parte también campesinos sin tierra que tienen otras necesidades diferentes a que se solucionen problemas de infraestructura, se subsidien insumos para la producción agrícola, haya control de precios a fertilizantes y de entrada de productos subsidiados, eliminación del contrabando, ampliación de créditos; pero también a que se frene la firma de TLC con otros países, o aún que se suspendan los ya firmados, etc.
Pero también llama la atención el que estas miles de familias campesinas sin tierra, las eternas cenicientas del campo, que estando entre el montón no son fácilmente visibles, ven como en las rondas de negociación del gobierno con los líderes campesinos, corren chorros de babas (las del vicepresidente Angelino Garzón han sido las más abundantes y sinuosas), sin que en ningún momento se mencione que en el centro de la problemática agraria de Colombia está la concentración y el acaparamiento de tierras. Este ruidoso silencio se presenta porque para el Estado es más barato repartir plata, sobre todo porque no azuza los demonios terratenientes, más en un país donde todas las violencias han tenido origen en la alta concentración de la tierra.
Un campechano análisis mostraría que todas las guerras internas que han agitado al país, parten de que hay gente que le quiere quitar la tierra a otra gente y esta a su vez se defiende para no dejársela quitar. Y en caso de que la haya perdido, estará esperando condiciones favorables para recuperarla y así sucesivamente ha sucedido desde la época de la conquista.
Quizás esa historia debería recordarse para sacudirnos ese esquema interiorizado por la izquierda de encontrar culpables y no profundizar en las razones de las luchas por la tierra en Colombia, haciendo un seguimiento serio a los acontecimientos que las han originado.
Este texto no pretende hacer un registro de esas razones, sino de mostrar un aspecto de ellas poco mencionado en estos días.
Para abordar este tema nos vamos a remontar a la segunda mitad del siglo pasado, cuando se originó esa época horrenda, que en menos de 10 años cobró la vida a 300.000 campesinos. Independientemente de las causas que se le atribuyan a esta época llamada “la violencia”, el resultado final de ella fue el despojo de tierras de cerca de 400.000 familias campesinas y la ampliación o conformación de nuevos latifundios con base en ese despojo.
Esta violencia fue la respuesta de las oligarquías terratenientes a un anterior proceso de avance campesino en los años 30 y 40, donde muchas familias campesinas lograron hacerse a una considerable cantidad de tierras hacendatarias, en poder de una élite terrateniente. Ello había sido posible gracias a las reformas legales en favor de parceleros y arrendatarios introducidas por Alfonso López Pumarejo, primer presidente liberal después de varias décadas de hegemonía conservadora, partido muy ligado a los intereses de la iglesia y de los terratenientes.
Los campesinos tendrían que esperar más de una década para empezar a recuperarse y cobrar fuerza para volver por la tierra arrebatada. Una coyuntura favorable se daría a finales de la década del 60, en el gobierno de otro liberal, Carlos Lleras Restrepo, que igual que López Pumarejo, entendió que al desarrollo económico del país, se oponía una desmedida concentración de la tierra en pocas manos. Apoyados por el gobierno los campesinos sin tierra inician las  movilizaciones, originando la más importante lucha por la tierra que se ha dado en Colombia. En esa ocasión se movilizan de nuevo los indígenas en defensa de los resguardos. Decimos “de nuevo”,  porque en los años 20 y 30 ya habían dado grandes batallas para evitar que los terratenientes se apoderaran de las tierras de resguardo en el Departamento del Cauca, como había sucedido en el Departamento de Nariño, para ese entonces la región más indígena de Colombia. Esas luchas habían sido dirigidas con éxito por el terrajero páez Manuel Quintín Lame.
La presencia de organizaciones de izquierda fue un factor decisivo en la evolución y ascenso del movimiento campesino, pues  jugaron un papel positivo al sacar a los usuarios campesinos de la orientación reformista del gobierno de Lleras Restrepo y posibilitar así la dinamización de sus luchas y la formación política de sus dirigentes.
Pero después estas mismas organizaciones ayudaron a desmantelar lo que habían ayudado a construir. Al pretender que unas comunidades campesinas de incipiente organización y conciencia se convirtieran en un medio de su asalto al poder (¿se acuerdan de la ORP?), lo que lograron fue desmontar la base reivindicativa de un movimiento social con grandes perspectivas. Hoy no se menciona esa historia para no incomodar o recibir los estigmas de aquellos amigos de entonces, que como dice Fernando Mires, malos de la cabeza interiorizaron “la tesis que popularizó Galeano, la de que siempre somos víctimas y nunca hechores”.
Una primera pregunta que nos hacemos, mirando el pasado reciente, es de si la violencia paramilitar que vino después y que se intensificó en la década de los 90, no es otra cosa que una nueva anexión violenta de tierras por parte de antiguos y nuevos terratenientes. Sea cierto o no este interrogante, el resultado es que con dineros provenientes del narcotráfico y utilizando la violencia, se llevó a cabo en menos de una década, una “contrarreforma agraria” que desalojó de sus tierras a más de tres millones de campesinos. Un estudio de la Contraloría General de la República revela que durante esos 10 años los narcotraficantes se apoderaron del 48% de las tierras más fértiles del país. Los terratenientes habían recuperado con creces el número de hectáreas adquiridas por los campesinos durante 30 años de reforma agraria. Esto lleva a suponer que el desplazamiento forzoso de campesinos, indígenas y negros no es sólo un efecto colateral del conflicto armado, sino que obedece en parte a una estrategia macabra, asociada a los intereses de esos antiguos y nuevos latifundistas de volverle a quitar la tierra a los campesinos.
La segunda pregunta que nos hacemos es de si un desarrollo consecuente del paro agrario actual, no llevará temprano o tarde a plantear la recuperación de la tierra por parte de los que la perdieron ayer, de los sin tierra, de los campesinos desposeídos por la violencia. Eso llevaría a plantear un cambio de nombre a esta movilización, significando que no es sólo un paro agrario, sino un “paro campesino por la tierra” o para anudarlo con las luchas de ayer un “movimiento campesino por la tierra”.
Pero parece que la izquierda y los movimientos ambientalistas que lo apoyan están más interesados en irse lanza en ristre contra el TLC, los transgénicos, etc., que siendo demandas importantes, lejos están de ser suficientes para solucionar la crisis del campo colombiano. Puede que eso dé réditos políticos de cara a las elecciones, o recursos del ambientalismo internacional. Hay mucha astucia charlatana rondando esas toldas. Pero no se está abordando el problema fundamental del país, que es la extrema desigualdad en la tenencia de la tierra. Con el agravante de que la tierra en Colombia se ha convertido en la principal estrategia de acumulación y lavado de activos provenientes del tráfico de drogas, para la siembra de palma, coca y otros cultivos agroindustriales, creando extensos desiertos verdes, que junto a la ganadería se vienen expandiendo en el país y reviviendo un sistema social “señorial-latifundista”, que se engalana con caballos de paso fino colombiano, poncho, carriel, sombrero aguadeño o “vueltiao” y otras parafernalias, que acostumbran a lucir los notables y poderosos señores de esas regiones. Este sistema fundamenta su poder en la tenencia de grandes extensiones de tierra de alta productividad agrícola, donde “pasta apaciblemente” el ganado, mientras miles de familias campesinas se aglomeran a su alrededor a contemplar estos “vacíos rumiantes”.
Bogotá, septiembre de 2013